El transporte decidirá

Se acerca la precampaña y, con sus espadas ya en alto, los tres candidatos a ocupar la alcaldía por parte de los diferentes partidos comienzan a dar pistas de cuáles serán los puntos que acapararán el debate (o por lo menos los reproches) del periodo que se avecina hasta el día clave: las elecciones municipales. Y una de las controversias más significativas surge en lo relativo al transporte y en las diferentes concepciones que tienen la terna de aspirantes sobre su gestión, su estado actual y su futuro.

En una ciudad mediana en la que moverse debería ser relativamente sencillo, el transporte se ha convertido en un tema peliagudo y la mala coordinación en la realización de las obras ha variado en múltiples ocasiones los tiempos, las rutas, las costumbres y la paciencia de los usuarios de automóvil o de transporte público o , para más inri, de los viandantes.

Consciente de este malestar, la semana pasada Soraya Rodríguez presentaba un proyecto de cinco líneas de tranvía para mejorar el transporte público entre los barrios, los polígonos industriales y los hospitales con el centro de la ciudad. El alcalde, Francisco Javier León de la Riva, no tardó en referirse negativamente a la idea, recordando a la candidata socialista que el ministro de Industria, Joan Clos, había calificado de "despilfarro intolerable" el implantar este medio de transporte en ciudades que no tengan más de 5.000 habitantes por kilómetro cuadrado. Por su parte, el número uno de Izquierda Unida en Valladolid, Alfonso Sánchez, declaraba a este mismo medio que, aunque su partido había llevado a su programa la propuesta en las dos últimas legislaturas, habían abandonado la idea debido a "su alto coste" y a que no proporciona "frecuencia", que es el aspecto que consideran necesario en la ciudad actualmente.

Además, hay que recordar que durante este año llegará a la ciudad otra de las líneas maestras del anterior programa del Partido Popular para Valladolid, como es el tren de alta velocidad, y lo hará sin que se hayan iniciado las obras para el soterramiento de las vías y con un proyecto presentado a grandes rasgos que, según Alfonso Sánchez no romperá la barrera que existe actualmente entre las dos márgenes de la vía. No obstante, entre esos pocos detalles que se conocen del plan para estos terrenos, se ha dicho que se "dará prioridad a las zonas verdes, a los espacios peatonales y al transporte público"; y se le ha definido como una obra que entiende la capital como "núcleo conjunto".

También en ese proyecto tendrá cabida el carril bici, que se expandirá a lo largo del nuevo vial de comunicación que cruzará la ciudad de norte a sur. Precisamente, este tema será otro de los que se pondrán sobre la mesa en esta campaña: el de si la ciudad, sabidas sus posibilidades geográficas, aprovecha todo lo que puede el recurso de la bicicleta y si existen los suficientes medios e infraestructuras para que los ciclistas circulen de forma segura por la capital.

La suma de todos estos factores da como resultado un debate que, al calor de los acontecimientos que están sucediendo día a día a nivel nacional, promete ser intenso e interesante. Ya saben, pónganse cómodos.