jueves, marzo 08, 2007

Defender lo evidente


"La precariedad tiene rostro de mujer", es el lema bajo el que aproximadamente 1.500 personas se han manifestado hoy en Valladolid para reivindicar lo evidente: que las mujeres tengan el mismo trato laboral que los hombres. La marcha, convocada por la Coordinadora de mujeres de Valladolid, ha sido la principal actividad del día de la mujer trabajadora. Un 8 de marzo que intenta concentrar en un día reflexiones y protestas que deberían ser cotidianas.

A pesar de los avances conseguidos gracias a la lucha de muchas mujeres a lo largo de la historia, la situación laboral de la mujer aún sigue siendo precaria. La tasa de empleo femenina es todavía inferior a la masculina, la temporalidad de los contratos también afecta negativamente más a las mujeres que a los hombres y la discriminación de salarios sigue sin desaparecer.

El llamado "techo de cristal" es el límite invisible que impide a las mujeres acceder a los puestos de mayor responsabilidad. La conciliación de la vida familiar sigue imposibilitando a muchas mujeres prosperar en su carrera profesional. ¿Estamos los hombres dispuestos a asumir responsabilidades hasta ahora sólo en manos de mujeres? ¿Estamos los hombres dispuestos a renunciar a un ascenso para poder cuidar de nuestros hijos en vez de que sea la mujer la que tenga que renegar a su carrera? ¿Estamos dispuestos, los hombres de mi generación, los jóvenes, a cambiar la situación cuando nos llegue el momento? ¿Acaso no ha llegado ya ese momento?

La viñeta de Forges de hoy
pone una lucecita más en el camino.

En el manifiesto leído al final de la manifestación, la Coordinadora de Mujeres añadía a las reivindicaciones laborales, la condena de los asesinatos de 18 mujeres en lo que va de año por el terrorismo machista.

El manifiesto terminaba con unas palabras que ojalá resuenen durante mucho tiempo y sirvan para que el machismo desaparezca de una vez por todas de la sociedad: "¡Viva el 8 de marzo! ¡Viva la lucha feminista!"

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