Decepcionantes Harlem Globetrotters

El Pabellón totalmente a oscuras, la música que comienza a sonar, un gran foco ilumina el centro de la pista en el que aparecen los protagonistas del espectáculo entre acordes rítmicos adornados de aplausos de un público que ya se entrega a la diversión. En una actuación sin pausas, los actores ofrecen al público un recital de saltos imposibles, acrobacias espectaculares, malabares fascinantes y un sin fin de detalles increibles; más cerca del circo que del baloncesto.

Eso es lo que uno se espera encontrar cuando acude a ver a los Harlem Globetrotters. Nada más lejos de la realidad. Lo ocurrido esta tarde en el Pabellón Pisuerga ha sido más parecido a una broma pesada que a un verdadero espectáculo. Una actuación lenta, con pausas, trabada; sólo salvada en algún momento por gracias puntuales que al final pasan desapercibidas en un decepcionante intento de espectáculo.

En vez de acrobacias apoyadas de grandes colchonetas, uno se encuentra con un partido de baloncesto de los Globetrotters frente a un equipo ninguneado, dispuesto a ser humillado para el, se supone, lucimiento de los auténticos protagonistas. Un partido, además, aburrido, con tiros libres, tiempos muertos y la retirada de los jugadores en el descanso.

Los 17 euros de la entrada y la ilusión depositada en ver a un grupo con historia, se desvanecen en un pésimo acto. Tristes son los acontecimientos como este en que lo mejor es la mascota que ameniza las eternas pausas.