viernes, febrero 16, 2007

El tesoro (cuento de una historia real)


Muchas son las personas que han tenido sueños, pero pocas las que han creído en ellos. Francisco Javier era aún joven cuando soñó que un famoso pirata había escondido un tesoro en Valladolid.

Él sabía, como todos sabemos, que los piratas guardan sus tesoros en islas remotas o en playas desconocidas, o incluso los condenan a las profundidades marinas. Pero en su sueño aquel pirata decidió arriesgarse a cabalgar en tierra firme para esconder su más valioso tesoro en un lugar alejado del mar, donde ningún otro pirata lo encontrase jamás.

Francisco Javier vio con claridad ese lugar, era Valladolid. Decidió dedicar su vida a encontrar ese tesoro. Realizó todo tipo de hoyos y zanjas en el jardín de su casa, convenció a sus profesores para realizar excavaciones arqueológicas en el patio de su instituto… pero poco a poco se fue dando cuenta de que con pequeños agujeros no daría con aquel fabuloso tesoro.

Comprendió entonces que debía levantar la ciudad entera. Buscar debajo de cada piedra hasta descubrir el tesoro que ya lo obsesionaba. Años más tarde su amigo Alberto le contó que había tenido un sueño muy parecido pero el suyo transcurría en Madrid. Y ambos decidieron hacerse alcaldes para tener el poder que les permitiese poner sus ciudades patas arriba.

Así que si pasas cerca de Portugalete, del Paseo Zorrilla, de la Avenida Salamanca, por decenas de calles y aceras en los barrios… estate atento porque si ves algo que brilla, podría ser el tesoro que Francisco Javier aún está buscando.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno lo que voi a comentar no tiene mucho que ver con lo que aqui esta escrito pero era para decir que me alegro de que hayais dado un pasito mas en vuestro "sueño" i mas si es con ilusion. No tenia ni idea de nada pero me ha gustado mucho lo que aqui he leido, espero que os vaya mui bien! =)

P.D. A ver si nos cuentas a nosotras tambien algun que otro cuento que siempre viene bien ;)

Un besazo, Nerea

Anónimo dijo...

La vida en forma de cuento siempre es más bonita... Y más si el cuento es tuyo :-)

Anónimo dijo...

Como hace miles de años que los maestros decian que los pensamientos colocados en la mente una y otra vez se convertian en realidad; en este cuento vemos que el protagonista ha hecho uso de ese conocimiento para crear "su realidad".
Gracias por saber plasmar con humor una realidad que nadie entiende.