Pedro Gómez Bosque recibe el "Premio Cámara de Contratistas 2007"

Foto: Alberto Castellano

El profesor emérito de Ciencias Morfológicas de la Universidad de Valladolid, Pedro Gómez Bosque, ha sido distinguido con el “Premio Cámara de Contratistas” por “su profunda labor investigadora sobre la anatomía funcional del sistema nervioso y su magnífica labor docente, humanista y social en beneficio de Castilla y León”, tal y como se señala desde la institución que da nombre al premio.

El galardón, que se entrega anualmente, cumple su decimonovena edición y tiene como objetivo “distinguir a las personas, empresas e instituciones que con su trabajo proyectan el nombre de Castilla y León”, según se apunta desde la propia organización. La entrega del premio está prevista para la tarde de hoy en el Casino de Castilla y León en Boecillo –Valladolid- y la encargada de concederlo será la propia presidenta de la Cámara de Contratistas, María Isabel de Blas.

Pedro Gómez Bosque atesora una importante trayectoria como docente, intelectual y humanista. Desde 1955 a 1987 fue Catedrático de Anatomía en la Facultad de Medicina de Valladolid, etapa en la que compaginó la docencia con la labor investigadora en su especialidad relacionada con la morfología funcional, destacando sus estudios sobre el sistema nervioso y la epilepsia, la educación, la psicología o la filosofía. Ha escrito más de 25 obras de gran amplitud temática, principalmente sobre anatomía funcional del sistema nervioso y filosofía, además de impartir multitud de conferencias y cursos.

Pero la aportación de Gómez bosque no se ciñe sólo al mundo científico y académico, sino que se amplía hasta llegar al campo de lo social. Su compromiso con la sociedad le ha impulsado a dirigir instituciones con un marcado carácter social como Cruz Roja Española en Castilla y León y Valladolid, Asprona –de la que es fundador- y REA –Asociación Castellano Leonesa para la Defensa de la Infancia y la Juventud-. Esta destacada labor social le ha granjeado una meritoria reputación que se constata por la multitud de premios obtenidos, entre los que destacan: premio de Investigación y Ciencia de Castilla y León -1989-, premio El Norte de Castilla -1996-, “Zarza de Oro” -2000-, Medalla de Oro de la Universidad de Valladolid -2000-, Premio Infancia de la Junta de Castilla y León -2004-, etc.

A toda esta prolija trayectoria se debe sumar su carrera política como Senador en las Cortes Constituyentes -1977-78- dentro de las listas del Partido Socialista Obrero Español por la ciudad de Valladolid. Su vinculación al PSOE le lleva a obtener el cargo de Presidente Honorífico del partido en el año 2001.
Sirva como ejemplo del pensamiento humanista de Pedro Gómez Bosque algunas de sus frases:

- “El cultivo de la tolerancia es algo fundamental para la convivencia pacífica de individuos o grupos sociales” […]. Diálogos de fin de siglo, Pág. 114.

- “Para ser feliz hay que amar […]”. Sí a la Vida, al Amor y a la Paz, Pág. 78.

- “La tolerancia consiste en ayudar a los otros a que se perfeccionen en su propio camino y no obligarles a que vengan al nuestro (…) Frente a la intolerancia sólo cabe un remedio: el respeto más absoluto frente a los seres humanos fundado en el amor universalizado hacia toda criatura de rostro humano […]”. Diálogos de fin de siglo, Pág.125.

- “Para ser feliz es preciso reaccionar contra el egoísmo que nos empuja a cerrarnos en nosotros mismos o a someter a los otros a nuestro dominio […]”. Sí a la Vida, al Amor y a la Paz, Pág. 78.

Con estas reflexiones de fondo y en el marco de una jornada sobre ciencia médica organizada por la Real Academia de Medicina de Valladolid, Pedro Gómez Bosque respondió algunas preguntas relacionadas con el momento presente que vive la política española y con la situación de algunas Organizaciones No Gubernamentales. Sobre el escenario político actual afirmó que el clima de crispación que se vive en España es “tremendo”. En lo que respecta a la incertidumbre en torno a las organizaciones ANESVAD e INTERVIDA, Gómez Bosque no dudó en señalar que se trata de “pequeños incidentes” y que en cualquier caso “no deben empañar la magnífica labor que desempeñan”.