viernes, abril 13, 2007

La Suite 156 de Picasso se expone en Valladolid

Foto: Alberto Castellano

Valladolid disfruta desde ayer de la Suite 156 de Pablo Picasso, una serie completa de 156 grabados en cobre, que el pintor malagueño realizó entre 1970 y 1972, y que se exhibirá en el Museo de la Pasión hasta el 20 de mayo.

Estas estampas, pertenecientes a la colección Bancaja, destacan el virtuosismo de un artista anciano, que con 90 años y consciente de su inminente entrada en la Historia del Arte, decidió visionar sus recuerdos y crear un libro escrito sobre ellos a base de imágenes. En este compendio de su vida, Picasso demostró su entrega infatigable a la pintura, y optó por reflejar en cada uno de los grabados su interés sobre el cuerpo humano, por el que siempre mostró un gran afán en destacar su erotismo, y del cual decía “el arte, o es erótico o no es arte”.

La Suite 156 permite percibir el magistral dominio del pintor sobre la línea, a quien no le temblaba el pulso a pesar de su edad, que creaba composiciones ilusorias con un dinamismo pasmoso, en búsqueda de conseguir ritmos simples mediante el virtuoso manejo de los trazos.

Gracias a un proceso de grabado caracterizado por su excelsa y cambiante heterogeneidad, Picasso se propuso homenajear a grandes creadores que él mismo admiró, e hizo alarde de su memoria selectiva para dedicar varias láminas a los venerados Rembrandt, al francés Ingres, de quien retomó temas como desnudos femeninos de líneas sinuosas, o del impresionista Edgar Degas, espejo del artista español en cuanto al predominio de las líneas sobre el color y de las bailarinas o escenas cotidianas de mujeres como objeto de estudio.

Con una doble relación que el autor pretendió establecer con la sexualidad y con la Historia del Arte, y en aras de rendir culto a sus artistas predilectos, este legado artístico se presenta en Valladolid como una de las exposiciones más interesantes del año en la capital de Castilla y León, que dará la oportunidad a los ciudadanos vallisoletanos de conocer un poco más sobre un Picasso observador y vehemente en su obsesión por indagar aún más en el erotismo del ser humano.

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