Y todo acabó como empezó

Casi un día después, el campus de La Esgueva se encuentra limpio y sin un sólo rastro de los miles estudiantes que el día anterior despidieron las clases para comenzar las vacaciones de navidad.

La ya típica champanada, que se celebra con motivo de la fiesta de la Facultad de Económicas, volvió a hacer de las suyas. Los jóvenes se hartaron de champán, cerveza y calimocho, y ello tuvo consecuencias ya que tres jóvenes tuvieron que ser atendidos por los servicios sanitarios.

Además, otra de las consecuencias fue la basura. Toneladas de botellas fue el rastro que dejaron en el campus, aunque tan sólo un día después las únicas secuelas que quedaban eran un decena de contenedores de basura que ayudaron a los operarios de limpieza a dejarlo todo como había empezado.

Ahora queda esperar un año para volver a partir las navidades desde un lugar que ya se ha convertido en tradicional para la celebración de esta reunión, y que ha reemplazado a la zona de La Antigua, en donde antiguamente se festejaba.