viernes, diciembre 15, 2006

La niebla


La niebla tiene la belleza de lo invisible. El frío la envuelve, la recubre de un estremecimiento interior que agarrota el cuerpo pero agudiza la vista.

La niebla aporta intriga y emoción a cada paso. La duda del qué pueda haber al lado de la siguiente farola enriquece nuestro repertorio de perplejidades. Nos sitúa en lo opuesto al miedo. En un extraño lugar entre el áurea de superhéroe y la vulnerabilidad del niño que intenta aprender a andar en bicicleta.

La niebla paraliza el tiempo. La luz queda eclipsada, igual a las diez de la mañana que a las cinco de la tarde, por un gris que homogeneiza el espacio. Todo adquiere un nuevo color. Un filtro tono niebla que hace a la gente más interesante, escondidos en una expresión de misterio, o despistada, tratando de recordar el camino del que hoy sólo se ven cinco pasos por cada lado.

Hoy Valladolid aparece oculta de si misma. Un ambiente de intriga y conspiración nos hace sentir que hasta nuestra ciudad puede ser escenario de las historias de confabulaciones en el blanco y el negro del Cine con mayúsculas.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola.
Me agrada mucho ser tu primer post y sobre todo me agrada que te hayas sumergido en este mundo tan interesante y tan vivo de los blogs.
Desde las nieblas de León, mucha suerte a tí y a tus amigos. Apa

Rubén Arranz dijo...

Enorme Isaac. Muy bien escrito.

Anónimo dijo...

Dices muchas cosas en pocas líneas. La niebla estará contenta de esta estupenda narración que la dedicas. Yo también estoy contento por haber tenido la oportunidad de leerlo. Un beso Isaac.

Anónimo dijo...

me parece muy muy bien escrito con un vocabulario amplio y bien empleado que sugiere muchas imagenes en la mente del que lo lee. me queda la frase "hoy Valladolid aparece oculta de si misma" Será por qué tiene algo que ver conmigo misma??

Anónimo dijo...

¿Quién dejará pasar desapercibida la niebla tras estas hermosas palabras?. Un abrazo.