miércoles, diciembre 20, 2006

Frío en el agua


Cuando la niebla desaparece sólo queda el frío. Nos convertimos en cebollas, o en ogros, y nos cubrimos de capas de abrigo. Caminamos por la calle encogidos, como si el frío nos asustase. La mirada se congela y nos hace percibir el frío en detalles que pasarían desapercibidos con el calor. Por ejemplo la vida de algunos animales estos días en Valladolid.

Los gatos hinchados, convertidos en auténticas bolas de pelo, guardando dentro el calor. O los patos que, obviamente, siguen en el agua. Un escalofrío recorre mi cuerpo cada vez que los veo nadando, deslizándose con esa elegancia a pesar del frío que hace fuera e imagino dentro del agua. Sus plumas son impermeables pero aún así no me imagino yo, aunque fuera con un chubasquero, soportando el frío en el agua.

En nuestra ciudad el frío se expresa en dos tipos de cielo: el que tenemos hoy, gris, lleno de nubes, invitando a que el viento acompañe al firmamento encapotado. Y otro que aparece totalmente despejado, con un sol engañoso. Entonces ese azul, que sólo se ve en el cielo, se abre un hueco entre las nubes y nos hace creer que a lo mejor la primavera resurge mañana.
Pero habrá que esperar, porque mañana será el invierno el que cubra Valladolid con su gélido manto. Nos recordará que ha llegado su turno, que ahora toca pasar frío.

Así que ya saben, abríguense los corazones, porque tras estos días de cenas, fiestas y sonrisas (algunas de plástico), comenzará una cuesta de descenso de temperatura en la que habrá que recordar que el sol siempre vuelve a brillar. Siempre.

2 comentarios:

Jorge M. Ladero dijo...

¿Y lo que mola el invierno Pucelano? A mi me encanta. Me hace pensar. Modo melancólico.

Un saludo y a seguir así.

Anónimo dijo...

Pensar en Valladolid sin este fresquito no sería lo mismo y es cierto que los patos se llevan más de una mirada por lo que cuentas y nosotros algún que otro escalofrío.
Este blog promete ser de los que abrigan. Enhorabuena y adelante.