A clavar codos se dijo
Abandonamos enero y recibimos febrero, el mes del carnaval y de los enamorados. Pero también el mes de los estudiantes, sobre todo de los universitarios que se presentan por primera vez durante el curso a los temidos exámenes.
La tensión y los nervios acompañan a los jóvenes que acuden durante el día a las bibliotecas universitarias y públicas para estudiar con el silencio como compañero. Y por la noche, el Aulario en el campus La Esgueva y la Escuela Universitaria Politécnica en Huerta del Rey no cierran para recibir a los noctámbulos que prefieren la tranquilidad y la oscuridad para empollar los apuntes que se amontonan en la mesa.
Durante todo el día el trasiego en las máquinas de café y en las salas de descanso es continuo. Compañeros que se encuentran y hablan, como no, de los exámenes. ¿Qué tal lo llevas?, esa es la pregunta que más se repite durante las numerosas horas que dedican los estudiantes a clavar los codos y aprenderse la teoría para después plasmarla finalmente en un folio.
Son tan sólo 15 días cargados de papel y tinta, de alegrías y decepciones. Unos lo llevan mejor, otros acuden a las bebidas energéticas, el café o a las vitaminas para poder aguantar tanta presión y llegar preparados al día D en el que todos sienten un cosquilleo cada vez que se sientan delante del examen.
A todos los estudiantes que durante estos días "chapan" sin control, desde CRÓNICAS DE VALLADOLID, mucha suerte.
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