viernes, febrero 16, 2007

Un hogar inacabado



Mirando de reojo a la ciudad, en lo alto de Parquesol se encuentra este cúmulo de hormigón, pintura y suciedad. Testigo de la transformación y el crecimiento de Valladolid, circulan varias leyendas acerca de su dueño y sobre el porqué de la paralización de su construcción.

A pesar de su precaria situación (vigas oxidadas, agujeros en el suelo, etc.), a este chalet no le faltan los visitantes y eso se nota en las botellas, papeles, cartones y todo tipo de desechos que están esparcidos dentro de su superficie, pero sobre todo en las pintadas que abundan en sus paredes y que son un ejemplo de las manifestaciones artísticas y las ansias de rubricar su presencia de determinadas tribus urbanas.

Así, desde lo alto, se erige como vigía de la capital, pero también constituye un reflejo de la existencia de algunos puntos negros en Valladolid o, suavizando la expresión, de una costura sin rematar.

1 comentario:

Jorge M. Ladero dijo...

La Jaus!! la habéis visitado!! QUE GRANDES SOIS! jeje.

La verdad es que deberían hacer algo con esa "casa". Es un espacio de Parquesol que tarde o temprano se edificara...